Si sale a pescar sepa como actuar en caso de emergencia
Para nadie es un
secreto que en la práctica deportiva todos estamos en riesgo de sufrir
accidentes, la pesca que es un deporte al aire libre, no es la excepción, por
lo que nunca está demás conocer ciertas nociones básica de primeros auxilios
para evitar que, incidentes de mínima gravedad, se conviertan en un problema.
Una primera
recomendación, para quien gusta de la pesca, es que siempre lleve consigo su
botiquín de primeros auxilios y tenga al día la vacuna antitetánica. Además
debemos tener siempre presente que para lograr un resultado óptimo, ante un
caso de emergencia, se debe actuar rápida y eficazmente, y, siempre que se
tenga alguna duda, sobre el modo de realizar una cura, es preferible no hacerla
y recurrir a un profesional.
Picaduras.
Debemos tener en cuenta que las reacciones
alérgicas pueden agravar considerablemente el estado físico de la persona
afectada. También va a influir el número de picaduras y su localización. Para
una picadura por aguijón, si éste permanece incrustado en la piel, debe
retirarse con unas pinzas y la zona afectada cubrirse con una compresa empapada
en amoníaco o en agua fría para aliviar el dolor.
Otra picadura muy
común es la de las garrapatas. Por lo general no solemos darnos cuenta de su
presencia hasta trascurrido un tiempo, a veces considerable. Si la garrapata
está ya adherida a nuestra piel, no debemos tratar de arrancarla tirando de
ella, pues se corre el riesgo de que parte de su cuerpo quede en el interior de
nuestra piel, con el consiguiente riesgo de infección. Lo mejor es cubrirla con
aceite, vaselina, o cualquier pomada, impidiendo así la respiración del ácaro,
al cabo de un tiempo suele desprenderse. Una vez liberada, debemos lavar con
agua y jabón la herida, utilizando posteriormente un antiséptico. Si la
picadura se inflama o aparecen estados febriles, deberemos acudir
inmediatamente al médico.
Heridas. Las heridas, por pequeñas que sean, siempre pueden complicarse por las
infecciones. Para evitarlo, lo mejor es limpiar tanto la zona afectada
como sus alrededores con abundante agua fría. Si dentro de la herida hay
intrusiones de vidrio, arena, etc, se retirarán cuidadosamente. Una vez limpia
y desinfectada, se cubrirá con un apósito, que siempre debe cubrir la herida y
parte de la zona de alrededor.
Por pequeña que sea
una herida no se debe aplicar sobre ella algodón hidrófilo u otro material que
deje restos (pelusa, etc.) así como tampoco se deben retirar objetos que
parezcan directamente clavados en la herida, ya que podrían estar obstruyendo o
impidiendo una hemorragia mayor.
En los casos en los
que la herida sea de gravedad, se procederá a disminuir la hemorragia
presionando directamente sobre la herida y elevando el miembro. La primera
venda no se retirará aunque esté completamente llena de sangre.
Solo en caso de
amputación, aplastamiento o heridas con pérdidas masivas de sangre que no
podamos parar con presión directa haremos un torniquete y apuntaremos la hora
exacta en la cual lo hicimos. Si se produce en una extremidad esta deberá
inmovilizarse. Ante todas las heridas de gravedad se trasladará al afectado al
centro sanitario más próximo.
Efectos de las
temperaturas. Las altas o bajas temperaturas
pueden causar trastornos corporales por lo general leves, pero que en algunos
casos pueden revestir cierta gravedad.
Cuando una persona
está sometida a una elevada temperatura durante un periodo de tiempo
prolongado, puede sufrir calambres, pulso débil y acelerado, piel pálida, etc.
En estos casos, se deberá tender al afectado en un lugar fresco y se le
retirará la ropa para poder humedecer el cuerpo con ayuda de una esponja. Se le
dará a beber una gran cantidad de agua, si es posible, ligeramente salada. Si
los síntomas persisten, debemos trasladar a la persona a un centro especializado.
Dislocaciones.
Cuando se sufre la dislocación de alguna
articulación debemos intentar no mover la zona afectada y colocarla de manera
que moleste lo menos posible. Si no hay más heridas que ésta, la extremidad
afectada se sostendrá mientras trasladamos al herido a un centro médico.
Esguinces. Un esguince es una lesión muy dolorosa que a veces se puede confundir
con una fractura. En cualquier caso, el accidentado debe poner en alto la parte
dañada, y se debe cubrir la zona con una venda, a ser posible, de las
especiales para este tipo de heridas. En caso de que la lesión se produzca en
un brazo, se sostendrá la extremidad con un cabestrillo.
Caídas
graves.- Si una persona, ha sufrido una caída que
consideramos grave, la primera regla es no moverla a no ser que sea de absoluta
necesidad para evitar un peligro posterior. Nunca debemos
levantarla ni tirar de ella, ni sugerir que se siente. Si es posible, que sea otra
persona la que llame al médico, mientras se practican los primeros auxilios.
Debemos permanecer serenos, tranquilizar al herido, examinándolo con cuidado.
Si es necesario, podemos cortar la ropa, para evitar todo movimiento superfluo.
No debemos obligar a beber en estado de inconsciencia o semiinconsciencia, pues
el líquido podría penetrar en la tráquea produciendo la asfixia. Nunca debemos
tratar de reanimar a una persona inconsciente a golpes, sacudidas o gritos.
Asfixia. Se debe observar el pecho del accidentado. Si no respira (ya sea por
inmersión, descarga eléctrica o por cualquier otra causa), debemos practicar
cuanto antes la reanimación cardiopulmonar (RCP). La decisión debemos de
tomarla con rapidez ya que una persona puede morir pocos minutos después de
haber dejado de respirar.
Por último, recuerde
que como en tantas otras cosas de la vida, la seguridad en el río o en el mar
depende de la propia conciencia y del sentido común de cada pescador. Arriesgar
más de lo necesario o saltarse determinadas precauciones básicas dependerá
siempre de cada uno de nosotros.
CLUB DE PESCA DEPORTIVA ENTREPANAS
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